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10 ANIMALES PREHISTÓRICOS QUE AÚN EXISTEN MAMUT

Pese a ser conocidos por su irremediable carisma y lealtad inquebrantable, algunos sobresalen también por una cualidad adicional: su fuerza descomunal. Sigue leyendo para conocer a los perros más fuertes del mundo.

MAMUT

El mamut, fue un género de animal que pertenecía a la familia ‘elephantidae’, es decir a la familia de los elefantes. Los estudiosos sostienen que tanto los elefantes como los mamuts descendieron de un mismo tronco biológico que incluía a los hipopótamos y a los manatíes. De todo el género mamut, la especie ‘mammuthus africanavus’ fue la más antigua. A partir de ella fueron surgiendo otras especies que fueron poblando Asia, Europa y posteriormente América. La especie más conocida fue el ‘mammuthus primigenius’, más conocido como el mamut lanudo, y cuya característica principal era estar cubierto por una gruesa capa de pelo. Es el mismo que sale en la ‘Era del Hielo’ y dice estar panchonchito. Esta fue una de las últimas especies en aparecer y vivió en Eurasia y América del Norte. Si bien los mamuts se extinguieron al final de la última glaciación quedaron unos remanentes en la Isla Wrangel, en Rusia, y Saint Paul en Alaska que sobrevivieron hasta el año 1650 antes de Cristo, es decir fueron contemporáneos con el Antiguo Egipto y Babilonia. Se han encontrado restos de mamuts congelados que incluso conservan su pelaje. Los análisis del ADN mitocondrial dan como resultado que el mamut estaba cercanamente emparentado con el elefante asiático.

MEGATERIO

Su nombre significa “gran bestia”. Está emparentado con los armadillos, los osos hormigueros y los osos perezosos, tanto que así que también es llamado gran perezoso terrestre. Este animal medía seis metros de longitud y pesaba cuatro toneladas. Se alimentaba de las hojas de los árboles, y como no podía trepar como los perezosos actuales porque rompería cualquier rama, se para en dos patas y usaba sus largas garras para recoger el alimento. Algunos estudiosos piensan que también debió de alimentarse de carroña, y es que a causa de su peso no pudo haber sido un gran cazador. El megaterio habitó en Sudamérica cuando ésta aún estaba separada de la parte norte del continente. Sudamérica había desarrollado una fauna particular en la cual abundaban los marsupiales y en la que, a falta de grandes cazadores, un pájaro conocido como el ‘Ave del Terror’ era el depredador dominante. Cuando se formó el istmo de Panamá las especies se mezclaron en ambos sentidos y el megaterio emigró hacia el norte. Algunos de sus restos se han encontrado en Guadalajara.

SMILODÓN

Este animal prehistórico pertenece a la familia de los felinos, al que también pertenecen el león y el tigre, no por nada se le llama tigre diente de sable. Sin embargo, los científicos dicen que no era más que un pariente lejano de ellos y que, a pesar de su nombre, su aspecto era más parecido a un lince, animal con quien compartió la característica de tener una cola corta. El rasgo más característico del smilodón eran sus dientes caninos provenientes de la mandíbula superior que podían alcanzar los 20 centímetros de longitud. Sus patas traseras eran bastante robustas por lo que se ha llegado a la conclusión de que era un depredador de emboscadas y no un perseguidor. Fue originario de Norteamérica, pero entró en Sudamérica cuando se formó el istmo de Panamá, desapareciendo a las ‘Aves del Terror’ como las depredadoras dominantes. Se extinguió hace diez mil años después de la última glaciación.

GLIPTODÓN

Este animal prehistórico, parecido a una tortuga, era conocido por tener un enorme caparazón compuesto por mil placas óseas de 2.5 centímetros de grosor. Tenía casi las mismas dimensiones que un Volkswagen escarabajo alcanzando los 3.3 metros de longitud y 1.5 metros de altura. Su cola presentaba un anillo de placas óseas que permitían su uso como un arma en los combates entre miembros de la misma especie. Fue un pariente cercano de algunas especies de armadillos, con quienes compartió la misma familia.  Era originario de Sudamérica y se expandió por el resto del continente cuando se formó Panamá. Al igual que el smilodón, el mamut, o el megaterio, el gliptodón se extinguió hace 10 mil años después de la última glaciación. En esa época, la mayoría de animales grandes en todo el mundo desaparecieron. Algunos sostienen que el aumento de las temperaturas después de la glaciación dejó a muchas especies sin habitad, pero la mayoría de científicos encuentra una coincidencia temporal entre la gran extinción y la aparición del ser humano, que salió de África y se esparció por el mundo durante la última glaciación, y por tanto concluyen que este los cazó a todos.

MEGALOCERO

Fue el mayor ciervo de la historia. Vivió durante el Pleistoceno en un amplio territorio que iba desde Irlanda hasta China. Perteneció a la familia de los ‘cervidae’, a la cual también pertenecen los alces y los venados y su pariente más cercano es el ciervo común. Los machos tenían unos enormes cuernos con los cuales alcanzaban los 3.6 metros de altitud. Estos servían para espantar depredadores y para pelear por acceder a las hembras. Durante la temporada de celo los machos dejaban de comer y muchos morían durante los combates. Además, como los cuernos absorbían una gran cantidad de calcio, eran común que sufrieran de osteoporosis.

LEÓN AMERICANO

Según los análisis del ADN mitocondrial, esta era una subespecie extinta de león. Habitó en Norteamérica desde Alaska hasta el Estado de Chiapas, en México. Eran 25% más grandes que los leones actuales pudiendo llegar a medir tres metros de longitud y un metro con 27 centímetros del piso al hombro. El peso máximo que se ha calculado para estos enormes felinos es de 363 kilogramos. El cerebro del león americano era más grande que el de los actuales leones, por lo que fue más inteligente y atacaba en manadas. Algunos grupos de leones americanos han sido encontrados en depósitos de brea, se supone que fueron atraídos por el olor a animales muertos y quedaron atrapados.

ELASMOTERIO

Esta enorme bestia pertenecía a la misma familia que los rinocerontes, con la peculiaridad de que tenía un solo cuerno que podía llegar a medir dos metros.  Se piensa que el recuerdo de su presencia originó el mito del unicornio. Alcanzaba los cuatro metros y medio de longitud y su altura del suelo a los hombros eran de dos metros. El elasmoterio vivió en las estepas de Rusia y Asia central. Para protegerse del frío desarrolló un grueso pelaje similar al de un mamut y una capa de grasa debajo de la piel. El cuerno le ayudaba a quitar la nieve para poder acceder al pasto, su principal alimento. Se extinguió hace 10 mil años, junto con los otros miembros de la megafauna del Pleistoceno.

ZAGLOSSUS HACKETTI

Es una especie extinta de equidna que vivió durante el Pleistoceno y se extinguió cuando los humanos llegaron a su hábitat, en Australia Occidental. Aunque solo se han podido encontrar unos pocos huesos fósiles, los paleontólogos han reconstruido su aspecto. Tenía el tamaño similar al de una oveja y pesaba 30 kilogramos. Su boca era alargada y albergaba una lengua diseñada para sacar insectos de los termiteros y otras madrigueras. Su cuerpo estaba cubierto de espinas, no por nada lo llaman el equidna gigante.

SIVATERIO

Este animal pesado y de patas cortas fue el rumiante más grande de todos los tiempos. Pertenecía a la familia ‘Giraffidae’, a la cual también pertenece la jirafa y el okapi, animal con el que guardaba un gran parecido. Vivió en África y el subcontinente indio. Su peso estimado fue de 1250 kilogramos y llegaba a medir tres metros de altura, aunque esto no tiene en cuenta los cuernos que poseían los machos de la especie que en algunos casos llegaban a alcanzar los 70 centímetros. Además de ellos, tenían otros dos cuernos más pequeños llamados osíconos, que se situaban un poco más adelante, cerca de sus ojos.

PROCOPTODON

Este fue el canguro más grande jamás visto sobre la faz de la tierra. En cuatro patas alcanzaba el metro y medio de altura, pero erguido llegaba a los tres metros.  Su peso está estimado en 4 toneladas. Una de sus características más resaltantes era su corto hocico, que le daba un aspecto algo perruno. Perteneció a la familia de los macropódidos, a la que pertenecen los canguros, pero curiosamente su pariente más cercano es el ualabí liebre de bandas. Vivía en las zonas semiáridas de Australia, y se alimentaba de los arbustos y las hojas de los árboles que cogía sin esfuerzo a causa de su tamaño. En sus patas tenía unas mortales garras con las cuales se defendía de los depredadores.

Estos fueron los 10 animales prehistóricos que aún existen. Si te interesaron los animales del Pleistoceno comenta y comparte este post. ¡Hasta la próxima!

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